Por Camila B. y Agustina
Nadie es perfecto en la vida que no necesite de una sonrisa, nadie puede ser tan poderoso que no requiera de afecto. No hay nadie que sea demasiado pobre como para no poder regalar una caricia. Todos somos capaces de ofrecer amor. Una sonrisa es capaz de hacer mucho más de lo que cualquiera se puede imaginar. Puede arreglar un corazón roto, alegrar a la más triste de las almas, dar valor al ser más temeroso, hacer sentir confianza en el momento más triste, dar luz cuando uno cree que todo es oscuro. Con una sonrisa alguien es capaz de emitir felicidad y alegría aunque las circunstancias se tornen sobre estresadas. Con una sonrisa podemos irradiar salud y belleza. Con una de éstas somos capaces de llegar a lo más alto cuando pensamos que estamos perdidos en un horrible lugar sin retorno. No importa si alguien no tiene ningún tipo de bien, si cuenta con cálidas sonrisas y el afecto de amigos y familiares ni el dinero, ni los bienes materiales, ni los lujos o las joyas importan. Nada de esto puede llenarnos el corazón. Sin embargo el amor, la felicidad, el sentirse querido y apreciado por alguien, el cariño pueden llenar un cuerpo vacío y un alma destrozada.
